domingo, 25 de octubre de 2015

La evolución de mi prosa



“’Érase una vez, en un reino Mónaco, vivía una reina hermosa y bella por fuera, no había otra como ella: inteligente y hermosa, conseguía todo lo que se proponía. Además tenía a su favor el amor del Rey Mónaco.’
‘Finalmente la familia se murió dejando como único heredero y digno de confianza para los reyes, el general James quien continúo la Monarquía de los Reyes, el cual recordó por siempre el AMOR REAL de ellos.’”

“’El frio era intenso, mis manos se congelaban y el deseo iba creciendo conforme al paso del tiempo, no sabía qué hacer, mis padres estaban recogiendo la boleta de calificaciones, estaba muy nerviosa.’

‘Esta fue la historia de Paola, no es una historia real, pero es una que gran parte pudiera ocurrirles a los demás, Paola siguió sus sueños, ¿Cumplirá su sueño de ser arquitecta? Es una pregunta que sólo ella podrá responderse, Paola no descansará hasta cumplir su sueño y encontrar el amor.’”

“’Era la tarde de invierno, el punto más frío del día, me congelaba por dentro y por fuera más mi corazón se dividía por una fría y cruel verdad.’
‘Solamente recuerdo cómo regresé a mi casa –sí, era hora de llamarla así–.’”

“’El calor de la isla era fuerte, más que el sol en un destello. Días antes el barco se inundó y me di a naufragar en el mar sobre un pedazo de madera. Mi miedo era más fuerte que mi cansancio, tenía mucha hambre y sed, en la isla solo observaba unos cuantos palos con frutos que se tambaleaban por la brisa del mar que la rodeaba, el agua que había en la isla parecía venenosa.’
‘Concluyo con que gracias a Dios he logrado diferentes aptitudes tanto modernas como frecuentes. Todo esto está en su lugar pero no finaliza como un cuento de hadas pues, no he muerto aún.’”

“’La mañana asolaba cada uno de los rincones del hotel. Ella estaba al costado de la cama, durmiendo. Se veía tan hermosa, con mechones de su flequillo brotando en su cara y anulando sus ojos color miel. Su hija había heredado cada rasgo de ella, con sus pequeñas facciones en el rostro; las dos eran idénticas y su voz era parte de una dulce sinfonía clásica.’
‘Y de lo que sí era, sobre lo que siempre todo esto se trató, sobre lo que tanto luché por encontrar y estaba tan cerca. Porque quería ser tan amada, pero no me daba cuenta de que alguien ya me había amado primero. Porque no era sobre todas las personas a las que amé; sino que era sobre amar a Dios.’”

“’En Lancaster hacia un precioso invierno. Graham observó a través de la ventana, los campos que se extendían del otro lado estaban repletos de nieve, aún las copas de los árboles sobresalían con cierto tono grisáceo y le daban forma final al panorama.’
‘Se agachó un poco, la cintura le dolía por el trabajo, y sin embargo, tuvo fuerzas inéditas para sostener la piedra mientras se inclinaba. La dejó justo en el centro, y los aplausos se hicieron más intensos.
La primera piedra del Internado Graham.’”

“’¿Sabes?, cada día me preocupa lo misterioso que se vuelve este lugar, y me preocupa aún más todo sobre tú viniendo aquí, instalándote, estudiando en este lugar, con todos estos misterios y cosas extrañas sucediendo.’
‘Aquellas eran las últimas palabras que su padre le dirigía antes de morir. Y le dolían en el alma.’”

“‘Ciertamente, había amor; de ese amor matrimonial que por lo general no es propio de dejarse entrever ni siquiera en la familia más abierta de aquella sociedad. Eran ambos señores, bastante discretos. Llamaban la atención con su particular arbitrariedad de tratarse de “usted” cuando se relajaban entre multitudes. Sin embargo, entre la soledad de la noche o a la hora del té, él siempre la abrazaba con sus enormes manos y le acariciaba la frente con delicadeza.’

“Cuando Lily se despertó, eran las ocho de la mañana. La alarma había sonado, otra vez, tarde; aquella situación se repetía tan constantemente que daba miedo. Lily, con el cabello corto cayéndole en los hombros se sentó en la cama, presionó con las manos el colchón mientras oraba. Y en el trayecto hacia la bañera, y cuando se quitó la bata de dormir y las pantuflas y se introdujo en la bañera, los nervios entraron como dos libres palomas en medio de un claro cielo.”

Heather asintió con la cabeza y, atenta al revuelo de alumnas, se escabulló por la puerta, conmigo detrás de ella, bajamos las escaleras, y lo siguiente que hizo fue entreabrir el pórtico, revelando a un chico vestido con un esmoquin negro brilloso.’”

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