Este tema es
un aspecto muy poco tocado en estos últimos días. Supongo que la razón de que
nadie se moleste en hablarlo es sencillamente, que, nadie quiere revelar los
verdaderos de porque hacen las cosas. Hace varios días leí este libro titulado Matar a un ruiseñor de la autora
estadounidense Harper Lee; en dicho escrito, las peculiaridades de cada persona
son evaluadas de una manera perspicaz pero discreta a través de protagonistas
niños. A pesar de todo, la enseñanza que me dejó sembrada en el corazón fue
fuerte. Y no cualquier libro contemporáneo logra eso tan bien como los clásicos
saben hacerlo.
Sin embargo,
no estamos aquí para hablar de la diferencia entre los libros clásicos y los
contemporáneos, sino para debatir los problemas que origina la moralidad en la
gente. Yo creo que una de las causas más importantes que generan los valores
(porque para mí los valores y la moral son sinónimos) y la moralidad, no como
antaño, es la educación en el hogar y en la escuela.
De forma
propia, para mí, este tema tiene varias ramas por la que podemos aprender:
1. Los libros, una fuente rica de
intelecto, que proporciona historias que determinan y nos explican el porqué de
algunas cosas en la vida, o ya sea la motivación de los personas para realizar
tal acto.
2. La música. Mucha de ella contiene
letras carecientes de sentido y de ningún léxico congruente a nuestros oídos,
que solo genera discusiones entre diferentes admiradores de un artista a otros.
En cambio, otra nos ofrece una mezcla de energía y animación para cuando nos
hallamos en un camino complicado.
3. La televisión se encuentra en el
tercer puesto más por su capacidad de influenciar que de lo que sí ofrece a los
espectadores. Los programas, películas, series, entre otras, son capaces de
generar una especie de protesta si así se lo proponen. Entre tanto, existen de
éstos mismos todo lo contrario a lo que debieran ser: educativos, informativos,
entretenidos. Pero hablo de un entretenimiento sano y censurado para todas las
edades.
4. El fútbol, en mi opinión, hoy en
día es prácticamente el seno de la moralidad. ¿A qué me refiero? Es sencillo,
probemos con un ejemplo: un deportista lleva el balón entre sus pies, directo
hacia la portería, pero otro, con el fin de evitar un inminente gol, le
obstaculiza el progreso con un pie. He ahí un gran ejemplo de lo que son los
valores. No creo que deba apuntar algo además.
*La
lista fue tomada más sobre lo que miro y hago, que en sí la influencia que
estos tienen en el mundo; si hablamos de la influencia, en todo caso, el orden
sería de abajo para arriba.
Ahora,
finalicemos en el problema que la moralidad genera hoy en día. Como apunto en
un pedazo de mi libro Internada: las
personas tienden a ocultar sus personalidades por miedo a lo que los demás
piensen, o por temor a lo que se encuentren.
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