sábado, 22 de marzo de 2014

Una dura lección...

Hola, en esta entrada quisiera contarles acerca de una nueva experiencia que sucedió horas atrás. Cuando sentía que mi vida iba correctamente y mi día estaba siendo absolutamente especial, una persona con su absolutamente inquietante conducta y al mismo tiempo desdeñosa, se burló de mí.
En un sentido distinto hubiera reaccionado totalmente mal, pero al menos mis principios no estaban basados en la repugnancia y la erguidez de este ser. Era mi amigo, incluso lo consideré como un tercer hermano al cual poder contarle mis problemas y racionalidades. No puedo creerlo. Me llamo: Gorda. Siempre tuve un problema con estos estandares y yo sé que son simplemente complejos inferiores, pero no puedo evitar ignorar este tipo de escenarios y no reflexionar en ellos. Su complejo hizo que me sintiera inferior, no contesté y, me alegro por ello. Para incluso no colocarme en la línea que sujeta la barrera que he colocado entre esa amistad -que ahora me alegro, ya no existe.- hablar sobre esto y escribirlo me hace sentir mejor, Dios me ayudó y debo confesarles con mucha verguenza que si, lloré. Ahora me siento fatal por haberlo hecho, pero ayudo a eliminar toda tristeza nauseabunda de mi corazón.

Para este tipo de casos, a veces es bueno callarse la boca y en otras ocasiones no. Es únicamente para no parecer débil ante otra persona. Es muy triste saber en que barrera lo posicionaba dentro de mi lista a personas confiables. Pero me he dado cuenta en que ese capítulo de mi vida se ha cerrado en una parte de mi cerebro que no deseo volver a abrir. Recordarlo sería algo penoso y radiantemente elocuente y siniestro. Y ya no sé que hacer, me he divertido cocinando con mi hermana; me gustaría hablarles en otra entrada acerca de mi divertida familia, son especiales: tengo una hermana y un hermano, un padre y, por supuesto, una madres. ¡Que divertida forma de contar este tipo de situaciones! Sin embargo, ya no estoy triste y, sin dudarlo, puedo asegurarles que puedo superarlo.

La próxima semana tengo exámentes de fin de bimestre. Espero que no sientan que los he abandonado y, aunque no tenemos demasiado interacción que digamos, siento que me están leyendo en alguna otra parte del mundo y eso me hace sentir mejor de alguna manera. Sentir su apoyo al menos a través de las vistas es impresionante. Siempre pienso en mi blog, en mi canal, en escribir y leer. Pero en estos momentos no tengo demasiado tiempo precisamente para dedicarme a esto en absoluto. La nueva sección tendrá que esperar por otro largo rato -aunque esperemos que no sea mucho-.

Aunque respecto a mi nuevo libro, he notado cambios superiores; creo que estoy moldeando mi manera de escribir y, la historia va perfectamente. Habrán muchos temas sobre los cuales hablar próximamente. Aún no he tenido tiempo de transferir de lápiz y cuaderno a computadora Corazón Roto -pues, en un principio y, ahora estoy realmente arrepentida, lo escribi en un cuaderno- ya que eso es extremadamente difícil. Naturalmente, no lleva bastante tiempo en transferirlo, el caso es que he tenido muchísimo que leer y hacer en mi vida cotidiana. Espero que esta entrada no se te haya hecho muy larga, ya que esa no es mi intención. Y prontamente les traeré pequeños spoilers de mi nuevo libro. 

Con mucho cariño, para mis queridos lectores -que sé que están allí-.
Atte: Dayrin.

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